Fuente: Historia, Fe y Prácticas Menonitas. Un enfoque Paraguayo. Gerhard Ratzlaff

¿Cómo fue para un cristiano que defendía el uso de la fuerza por parte del estado, que ésta fuerza se usara en contra suya? ¿O cómo fue para una esposa, después del encarcelamiento y tortura de su esposo, observar mientras él era quemado en la hoguera? ¿O cómo fue, que ésta esposa fuera atada, tres días después de la muerte de su esposo, a una gran piedra y arrojada desde un puente al Rio Danubio? —

Baltasar Hubmaier era oriundo de Friedberg, ciudad cercana a Ausburgo. Fue el único dirigente anabautista que logró un título de doctor en Teología en la Universidad de Ingolstadt, el 29 de setiembre de 1512. Fue ordenado como sacerdote y nombrado predicador de Waldshut, un pequeño poblado al sur de Alemania, cerca de la frontera Suiza en 1521.

Se interesó por la suerte de los campesinos y defendió sus derechos. Con este propósito se plegó a la reforma luterana. A partir de un estudio bíblico llegó a la conclusión de que el bautismo de infantes no tenía base bíblica.

Se casó con Elizabeth Hügeline el 31 de enero de 1525. Ella era una mujer muy enérgica y valiente.

Fue bautizado durante la Pascua de 1525 por Wilhem Reublin y luego siguieron su ejemplo unos 300 miembros de su iglesia. En su congregación introdujo la bendición de los recién nacidos. Únicamente bautizó a los niños de los padres que lo pidieron. Por un tiempo practicó, entonces, dos formas de bautismo, la de niños y la de adultos.

El poblado de Waldshut pertenecía a la corona católica austriaca. Ella declaró a Hubmaier rebelde y traidor y exigió a los pobladores que lo entregasen pero ellos no obedecieron, más bien resistieron a las fuerzas austriacas. De esta manera Hubmaier logró escapar, pero el gobierno imperial lo consideró traidor, y enemigo del gobierno «establecido por Dios».

El rey derrotó a los campesinos y el 5 de diciembre de 1525 ocupó Waldshut. Hubmaier logró huir, pero fue arrestado en Zurich donde se escondió. En un debate público con Zwiglio se le obligó retractarse de sus tesis sobre el bautismo bajo la amenaza de ser expulsado de la ciudad. Apenas se recuperó de una enfermedad que padecía volvió a rechazar el bautismo infantil, por lo cual fue encarcelado y torturado en el «potro» hasta que firmó una retractación, tras lo cual salió de la ciudad hacia Moravia y se refugió en Nikolsburg (hoy Mikulov, República Checa) donde se encontraban varios miles de anabautistas refugiados.

En Nikolsburg durante 1526 encontró muchos seguidores. bautizó a más de 6 mil personas. El impresor Froschauer, que también había huido de Zurich, publicó allí 17 escritos de Hubmaier, entre ellos De la amonestación fraterna.

La erudición teológica de Hubmaier se revela en sus escritos sobre el libre albedrío y autoridad gubernamental, en la que mantuvo la posición minoritaria entre los anabaptistas de que los cristianos pueden participar en las guerras, en un tratado titulado «Sobre la espada». Por su perspectiva sobre el uso de la fuerza fue apartado de algunos círculos anabautistas que no apoyaban la resistencia y tuvo reconocimiento en algunos círculos más amplios. Tampoco aceptó las tesis de algunos que consideraban como mandamiento la comunidad de bienes para los cristianos.

Una de sus publicaciones se denominó «Concerniente a los herejes y aquellos que los queman». Allí tilda a la iglesia Católica como la herejía más grande del mundo, pues era ella la que acosaba, torturaba y mataba a los verdaderos creyentes. Él consideraba que ninguna religión que persigue a otra podía ser divina.

Otro impreso se titulaba «La amonestación fraternal» que trataba sobre la disciplina en la iglesia. Señalaba allí que en una iglesia regida por preceptos bíblicos se debe practica una disciplina sana. Cada iglesia debiera tener reglas y ordenanzas bien definidas, señalaba, comparables con un alambrado alrededor de una huerta que protege de la entrada de animales no deseados que pueden perjudicar y destruir las plantas de la huerta.

La disciplina dentro de la iglesia, según Hubmaier, debía ser practicada con amor fraternal, según el ejemplo de Jesús.

Su lema era: «La verdad es inmortal». Esta frase la anteponía a todos sus escritos. Enfatizaba que la verdad podría ser torturada y puesta en prisión, pero nunca podrían eliminarla ni matarla.

Obligados por un edicto del 28 de agosto de 1527, del gobierno austriaco, las autoridades moravas entregaron a Hubmaier y a su esposa en Viena, desde donde fue llevado preso al Castillo de Gratzenstain, a orillas del Danubio. Allí mantuvo sus puntos de vista sobre el bautismo, la eucaristía y su negación de la existencia del purgatorio.

A partir del 3 de marzo de 1528 fue enviado a Viena y nuevamente torturado para obligarle a una retractación plena, pero esa vez, mantuvo una entereza total hasta el 10 de marzo, día en que fue ejecutado en la hoguera.

Tres días después su esposa Elizabeth también sufrió la muerte como mártir. Con una piedra atada a su cuello fue arrojada desde el gran puente sobre el Danubio el 13 de marzo de 1528, en Viena.

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